Reflexiones sobre el mundo del trabajo en la actualidad y el gran reto

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El director general de la OIT ha lanzado una importante iniciativa global acerca del futuro del trabajo. Nos invita a sumarnos. Ofrezco, a título personal, reflexiones preliminares.

Debemos promover el trabajo decente. Decente es de buena calidad o en cantidad suficiente, en  la sexta acepción del diccionario de la lengua española.

Con el tiempo y enriquecido por debates y foros, hoy se ha diseminado el concepto TD como nuevo paradigma. Como era de suponer, en el mundo de las ideas libres, el embate al corazón de la OIT surgió y gana adeptos. Por ende, nuestro reto axiológico y de acción es mayor a partir de nuestra institucionalidad.

¿En qué  consiste el debate?, Citando o no a China, menos convenios, menos derechos,  igual a más flexibilización y a mayor crecimiento.

Desde la creación de la OIT han sucedido muchas cosas y hoy, globalizados los factores principales, sostengo que la interrelación es un signo principalísimo de la nueva era.

Werner Weisenberg, aleman que en la década del 30 mereció el nobel de la física, muy joven, afirmó:

“Todo tiene que ver con todo en todos los puntos y en todo momento, todo es relación y nada existe fuera de esa relación”. Hoy Weisemberg es considerado el padre de la física cuántica.

Esta reflexión filosófica, acaso hasta metafísica,  creyentes o no, se confirma que todo es relación; interdependencia con conlleva viejas y nuevas asimetrías. Para millones de personas estamos frente al mundo de lo desconocido. Podemos hablar entonces,  de “neoanalfabetos”.

En el mundo del trabajo impacta la política, el comercio, la economía, las migraciones involuntarias y masivas,  las bolsas, las calificadoras de riesgo, los movimientos políticos y sociales, las tendencias etarias, los regionalismos, la ideología, las crisis humanitarias,  la carrera armamentista y el club nuclear , la nueva guerra fría que abandonó la ideología y la sustituyó por la geoestrategia, los fondos de inversión, el  abandono del campo, la crisis de diversos sistemas políticos y de la confianza (que es binaria),  los déficits fiscales, las multinacionales y las cadenas de valor, la relocalización de las empresas y sus operaciones, las crisis de los sistemas de la seguridad social y de las pensiones y así la lista es larga, larguísima.

El mundo que conocemos y vivimos, a los efectos de esta constatación, ya no existe, vive en círculos privilegiados y su proyección es inevitable y exponencial.

En los últimos 3  años he constatado, hasta ahora, más de 70 cambios en la última centuria;    nuevos actores internacionales, nacionales, paradigmas, cambios en  las pirámides etarias sus impactos  y sus tendencias en distintos países, en generaciones. Los ni (ni estudian ni trabajan), los  milenials, los  zetas. Cada uno en su mundo, desconfiados casi todos de los “sistemas”.

De la post guerra y el mundo bipolar, pasamos al unipolar, al multipolar. Asistimos a un naciente mundo apolar; cierta anomia internacional en la práctica y en variados espacios.

Nadie desea ni puede soportar política y financieramente  ser  el nuevo sheriff del mundo, cuando hasta el concepto de seguridad ha mutado incorporando nuevas categorías, hace 15 años impensables. La ciberdelincuencia y la consiguiente ciberseguridad. Hoy  casi cualquier cosa es arma letal e imprevisible.

Vivimos un nuevo momento Guttenberg. Asistimos la transición de una era de cambios a un cambio de era. La ERA DISRUPTIVA.

Casi todo es disruptivo dada la velocidad de los cambios. Me explico.

El signo principalísimo  de esta era es la inteligencia artificial aplicada a la producción robotizada, que ha puesto exponencialmente  los rieles y  las locomotoras de la nueva sociedad, economía, trabajo y de las relaciones interpersonales, entre otros. Se demandarán nuevos perfiles, por ende,  la necesidad imperiosa de una nueva enseñanza.

El futuro del trabajo es una realidad y vive en nuestras mentes. Y sólo existe lo que pensamos que existe, lo que es concebido por la inteligencia y la naturaleza. La  política  se nutre, o es en parte, la esfera de las percepciones que predominan en las decisiones.

Conforme las tendencias demográficas hoy, se estima,  se incorporan cada año 40 millones de personas buscando trabajo, lo cual significa que  a efectos de  agenda 2030, la economía mundial debería crear cerca de 500 millones de nuevos puestos de trabajo. Se supone trabajo decente.

En adición, más de la mitad de los actuales niños  en USA, ya   de adultos formados tendrán trabajo que aún no se ha inventado, según estudios del Millennium Project (2013). En otras latitudes los actuales empleos, crecientemente y a otro ritmo,  serán remplazados también por la inteligencia artificial. Ergo, resulta imperioso preguntarnos, reflexionar, cuestionarnos,  ¿puestos de trabajo, donde,  con  qué nuevas relaciones laborales, garantías, derechos y perfiles?.

¿ Y qué hacemos con los precarios, con las personas que no tienen ni esperanzas con los sistemas actuales?

A  grandes rasgos,  ¿cuáles son algunos signos de esta era naciente?, enumero algunos:

  • La instantaneidad, inmediatez y la videocracia
  • La remodelación y/o desaparición creciente entre las esferas publico/privada
  • La tipología estatal mutante
  • La nube y la big data
  • La vida satelital consiguiente hasta en lo más personal
  • La “uberización” creciente
  • Las plataformas de negocios
  • La vida verde, economía, productos y consumo verdes
  • La transnacionalización de las decisiones, de la producción.
  • El eCommerce y el eMarketing
  • La transnacionalización del crimen y de la  justicia
  • Las nuevas fuentes energéticas
  • Las crecientes brechas tecnológicas entre y  dentro de los países
  • La mayor heterogeneidad económica, social y laboral
  • Los nuevos conceptos de empleabilidad con más competencias duras y blandas
  • La mayor segmentación de los mercados de consumo
  • La mayor segmentación y fragilidad de los mercados laborales
  • La marginalidad paisajista, ya nos hemos acostumbrado
  • La homogenización creciente del trabajo masculino y femenino
  • Los migrantes informáticos
  • La informalidad y precarización de los puestos de trabajo
  • El teletrabajo, y  cooworking, el multiempleo y el desempleo
  • Las redes sociales y la Post Verdad
  • La consiguiente pérdida relativa del valor de la palabra
  • La relación corporativa y personal bioempática
  • Las grandes magnitudes

A modo de simples ejemplos de ciertas grandes magnitudes, menciono sólo 4:

  • la sociedad más grande es Face, 2000 millones de usuarios.
  • en los últimos 20 años se han producido más cambios que en segundo milenio.
  • cada día se sube a la nube millones de datos
  • China habría consumido en los últimos 20 años más cemento que USA en el siglo XX

Cara a la OIT el reto es inmenso. Respecto al “modelo Chino” y que se expande desde Asia. Trump lo simplificó la semana pasada con el retiro americano de la iniciativa no vinculante a discutirse sobre las migraciones. América para los americanos,  con todo su potencial innegable.

Expuesto así este signo, el reto que se nos impone se simplificaría en una sola frase:

Obligados a cuestionarnos, a cuantificar las necesidades, a fortalecer los valores  y las dignidades humanas, debemos, estemos donde estemos, seamos quienes seamos, defender y promover el diálogo, el diagnóstico asertivo, unidad , solidaridad, eficiencia y reinventar y adecuar, desde los valores inmanentes que la inspiraron, los sistemas que no alcanzan.

En AL provenimos, mayoritariamente de dos culturas y cosmovisiones que se fusionaron, de una u otra forma. No  juzgaremos hoy. Sí subrayamos,  valoramos y sumamos.

En el mundo andino existía la ley de la hermandad, la ley de la reciprocidad, la ley de la cooperación.

Especial importancia tenían, el hatun yachacc, el que más sabe y el yachaqq simi cheqaq simi, el hombre de palabra sabia, justa y orientadora. No eran épocas de justas electorales. Como los griegos de Platón, llamando a los jueces a gobernar en su famosa República por  el valor de la justicia, debemos persistir en  la Justicia Social.

La OIT, a mi entender más pertinente aún, debe concentrar su estrategia y debate esencial  en lo que resalta más y con fuerza fuera de ella: los valores y los instrumentos que le sirvan ante este embate sin precedentes.

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