Nuestras navidades

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Una amiga se pregunta por qué las celebramos.
Me animo a compartir razones, a pincelar quienes somos;
con gratitud acaricio nuestras tradiciones y creencias,
miro, observo y siento pensando el sentido de la Navidad.

En el vendaval trastorno de muchos valores y que resentimos,
entendemos sólo al amor y a la solidaridad, la tierra fértil,
lo que nos transmitieron con dulzura en nuestros hogares,
obra de nuestros mayores, adornando la eucaristía casera.

Con la solidaridad y la cooperación de los libros sagrados, celebramos quien nació abonando nuestros caminos;
reunidos, nos los cristianos, acoplamos a y dicha herencia,
el amor, festejando al Niño y el nuevo amanecer.

Los pueblos separan lo que la razón y los latidos dictan unido;
somos tradiciones y en cada rostro ajeno nos pertenecemos,
y sin más fronteras que lo que nuestros actos levantan.

Desde nuestro árbol colorido simbolizamos y debemos cantar,
el llamado a ser, el advenimiento, el tronco del que somos.

Con el pesebre honramos a nuestros padres y a la familia;
a su vez,abrazamos la naturaleza y a sus preciosas especies.

Con nuestros dulces recuerdos acariciando nuestra niñez,
destellando imagines en nuestra temprana y cándida ilusión,
la nostalgia riega el caudal de nuestra venosa existencia.

Celebrar la navidad es una bella liturgia de renovación,
observamos conmovidos el pesebre y a los reyes magos,
lo que para los niños simbolizamos en Papa Noel y sus renos,
en peregrinaje con sus preciosos dones para el recién nacido.

Así,reafirmamos qué somos y a qué estamos hoy llamados;
a expandir el amor y el bien hacer que nos da mayor sentido,
abrigando nuestra comunidad, regando nuestra identidad.

Felices Navidades.

Lima 2018

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